The Andean Gothic Route
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Peru
Caral fue construida en el Valle de Supe a 23 Km. del mar, en un paisaje especial, donde contrastan las construcciones y los cerros que las rodean. Las edificaciones ocupan 66 hectáreas, en las que se distinguen dos zonas, una central y otra periférica. La primera muestra estructuras arquitectónicas monumentales, cuatro clases de conjuntos residenciales diferentes, unidades residenciales de elite, dos plazas circulares en desnivel inferior, así como lugares de congregación pública masiva. Mientras que la zona de la periferia tiene numerosas unidades domésticas distribuidas a manera de archipiélago con islas de viviendas. Cuando uno recorre las instalaciones de esta ciudadela, no puede dejar de sorprenderse por su espectacularidad de arquitectura y que hace más de 5 mil años existió una civilización que dominó este extenso territorio. Sus edificaciones están compuestas por el Sector Residencial, la Pirámide Mayor, el Templo de la Banqueta entre otros. Se encontró entre otros objetos, bolsas de fibra, cestas, textiles de algodón, semillas y un conjunto de 32 flautas de huesos de Cóndor y pelicano que ponen en evidencia la práctica musical y la expresión artística de los hombres de aquel entonces.
El viento sopla con fuerza sobre las arenas de la ciudad más antigua de América. Una fuerza viva que, quizá, los antiguos pobladores buscaron reproducir a través de sus flautas.
Por la antigüedad que presenta la Ciudad Sagrada de Caral, constituye la sede del primer Estado surgido en América. Su carácter de Ciudad Sagrada, está basado en el hecho de que en aquellas épocas las sociedades empezaban a organizarse alrededor de la figura de un poder centralizado, normalmente vinculado y avalado por un carácter religioso muy fuerte.
Trujillo
Comprende la visita a La Catedral, templo amplio que alberga valiosas obras de arte tales como retablos, pinturas de la Escuela Cusqueña y esculturas. El Monasterio El Carmen, que es uno de los más bellos conjuntos arquitectónicos de la ciudad. Consta de un templo y el monasterio con dos claustros. Alberga unos 150 lienzos que en su mayoría son del siglo XVII y siglo XVIII. La Iglesia San Francisco, donde son dignos de admiración el altar mayor, sus retablos policromos, el púlpito del siglo XVIII y la cátedra desde donde San Francisco Solano predijo el terremoto que destruyó a Trujillo en 1619, el Palacio Iturregui que es el mejor ejemplar de la arquitectura civil neoclásica manteniéndose igual hasta la actualidad. Destacan las columnas y enrejado de las ventanas y las estatuas de mármol italiano. La Casa del Mayorazgo de Facalá, la cual posee una valiosa colección numismática. Llama la atención su patio principal de grandes proporciones y su antiquísimo pozo de agua artesiano, así como un balcón de esquina de estilo mudéjar. La Casa del Mariscal de Orbegoso, que mantiene el carácter de la tradicional casa virreinal con sus pisos empedrados, puertas y salones dispuestos en un elevado terraplén y la Casa de la Emancipación, llamada el "Santuario Cívico de Trujillo”, pues fue en ella donde el Marqués de Torre Tagle gestó la independencia de la ciudad en 1820.
Chan ChanUbicada a 5 km. de Trujillo. Es la más grande ciudad de barro de América prehispánica. Fue capital del reino del Gran Chimú y su extensión (20 km2) abarcó desde las proximidades del Puerto de Huanchaco hasta el Cerro Campana, y se estima que tuvo más de 100,000 habitantes. La ciudadela comprende plazas, viviendas, depósitos, talleres, laberintos, murallas, excelentes caminos y templos piramidales. Sus enormes muros han sido profusamente decorados con relieves de figuras geométricas, estilizaciones zoomorfas y seres mitológicos. El complejo arqueológico ha sido declarado “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Cuenta con un museo de sitio.
Huanchaco es un importante balneario donde se puede apreciar la pesca artesanal, realizada con los famosos caballitos de totora, los cuales sirven para desplazarse sobre las olas.
Huaca del sol ubicada en la Campiña de Moche a 8 km. de Trujillo. Es una pirámide escalonada de más de 20 metros de altura. Según la tradición fue construida en sólo tres días empleando 250,000 hombres y utilizando aproximadamente 70 millones de adobes. Conserva una volumetría impresionante de bella armonía y tiene plataformas escalonadas. Cumplió fines funerarios, ceremoniales y posiblemente administrativos y de vivienda de la élite.
Huaca de la Luna también en el valle de Moche. Es mucho más pequeña pero en lo alto de sus paredes de adobe quedan algunos murales con sus contornos nítidamente definidos, donde aparece el rostro del Dios AI-APAEK. Es un monumento de templos superpuestos, cofre de maravillosas sorpresas. Su altura llega a los 21 metros. En este lugar se ha descubierto una tumba con más de 40 guerreros sacrificados.
El Brujo localizado en el valle de Chicama, a 34 km. de Trujillo y a 1.25 horas en auto. Es uno de los monumentos arqueológicos de mayor valor en la costa norte del Perú puesto que cuenta con una prolongada secuencia cultural comprendida desde el período pre-cerámico (5,000 años de antigüedad).
Balneario y caleta de pescadores, con un mar tranquilo y poco profundo, está ubicado a 106 Km. al noroeste de Trujillo. Presenta un larguísimo muelle construido en el siglo XIX que fue utilizado como principal punto de embarque de tabaco. Pacasmayo luce en la actualidad una atractiva arquitectura y nos ofrece deliciosa comida, como el chinguirito a base de pescado. La playa que más destaca en la zona es el Malecón. En este balneario podemos visitar el faro, aún en actividad o practicar el surf o la tabla a vela impulsada por el viento. También es posible conocer el convento de Guadalupe, construcción de singular arquitectura decorada con pinturas coloniales, en la localidad del mismo nombre.
Tierradentro
IngaPirca
Caral fue construida en el Valle de Supe a 23 Km. del mar, en un paisaje especial, donde contrastan las construcciones y los cerros que las rodean. Las edificaciones ocupan 66 hectáreas, en las que se distinguen dos zonas, una central y otra periférica. La primera muestra estructuras arquitectónicas monumentales, cuatro clases de conjuntos residenciales diferentes, unidades residenciales de elite, dos plazas circulares en desnivel inferior, así como lugares de congregación pública masiva. Mientras que la zona de la periferia tiene numerosas unidades domésticas distribuidas a manera de archipiélago con islas de viviendas. Cuando uno recorre las instalaciones de esta ciudadela, no puede dejar de sorprenderse por su espectacularidad de arquitectura y que hace más de 5 mil años existió una civilización que dominó este extenso territorio. Sus edificaciones están compuestas por el Sector Residencial, la Pirámide Mayor, el Templo de la Banqueta entre otros. Se encontró entre otros objetos, bolsas de fibra, cestas, textiles de algodón, semillas y un conjunto de 32 flautas de huesos de Cóndor y pelicano que ponen en evidencia la práctica musical y la expresión artística de los hombres de aquel entonces.
El viento sopla con fuerza sobre las arenas de la ciudad más antigua de América. Una fuerza viva que, quizá, los antiguos pobladores buscaron reproducir a través de sus flautas.
Por la antigüedad que presenta la Ciudad Sagrada de Caral, constituye la sede del primer Estado surgido en América. Su carácter de Ciudad Sagrada, está basado en el hecho de que en aquellas épocas las sociedades empezaban a organizarse alrededor de la figura de un poder centralizado, normalmente vinculado y avalado por un carácter religioso muy fuerte.
Trujillo
Comprende la visita a La Catedral, templo amplio que alberga valiosas obras de arte tales como retablos, pinturas de la Escuela Cusqueña y esculturas. El Monasterio El Carmen, que es uno de los más bellos conjuntos arquitectónicos de la ciudad. Consta de un templo y el monasterio con dos claustros. Alberga unos 150 lienzos que en su mayoría son del siglo XVII y siglo XVIII. La Iglesia San Francisco, donde son dignos de admiración el altar mayor, sus retablos policromos, el púlpito del siglo XVIII y la cátedra desde donde San Francisco Solano predijo el terremoto que destruyó a Trujillo en 1619, el Palacio Iturregui que es el mejor ejemplar de la arquitectura civil neoclásica manteniéndose igual hasta la actualidad. Destacan las columnas y enrejado de las ventanas y las estatuas de mármol italiano. La Casa del Mayorazgo de Facalá, la cual posee una valiosa colección numismática. Llama la atención su patio principal de grandes proporciones y su antiquísimo pozo de agua artesiano, así como un balcón de esquina de estilo mudéjar. La Casa del Mariscal de Orbegoso, que mantiene el carácter de la tradicional casa virreinal con sus pisos empedrados, puertas y salones dispuestos en un elevado terraplén y la Casa de la Emancipación, llamada el "Santuario Cívico de Trujillo”, pues fue en ella donde el Marqués de Torre Tagle gestó la independencia de la ciudad en 1820.
Chan ChanUbicada a 5 km. de Trujillo. Es la más grande ciudad de barro de América prehispánica. Fue capital del reino del Gran Chimú y su extensión (20 km2) abarcó desde las proximidades del Puerto de Huanchaco hasta el Cerro Campana, y se estima que tuvo más de 100,000 habitantes. La ciudadela comprende plazas, viviendas, depósitos, talleres, laberintos, murallas, excelentes caminos y templos piramidales. Sus enormes muros han sido profusamente decorados con relieves de figuras geométricas, estilizaciones zoomorfas y seres mitológicos. El complejo arqueológico ha sido declarado “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Cuenta con un museo de sitio.
Huanchaco es un importante balneario donde se puede apreciar la pesca artesanal, realizada con los famosos caballitos de totora, los cuales sirven para desplazarse sobre las olas.
Huaca del sol ubicada en la Campiña de Moche a 8 km. de Trujillo. Es una pirámide escalonada de más de 20 metros de altura. Según la tradición fue construida en sólo tres días empleando 250,000 hombres y utilizando aproximadamente 70 millones de adobes. Conserva una volumetría impresionante de bella armonía y tiene plataformas escalonadas. Cumplió fines funerarios, ceremoniales y posiblemente administrativos y de vivienda de la élite.
Huaca de la Luna también en el valle de Moche. Es mucho más pequeña pero en lo alto de sus paredes de adobe quedan algunos murales con sus contornos nítidamente definidos, donde aparece el rostro del Dios AI-APAEK. Es un monumento de templos superpuestos, cofre de maravillosas sorpresas. Su altura llega a los 21 metros. En este lugar se ha descubierto una tumba con más de 40 guerreros sacrificados.
El Brujo localizado en el valle de Chicama, a 34 km. de Trujillo y a 1.25 horas en auto. Es uno de los monumentos arqueológicos de mayor valor en la costa norte del Perú puesto que cuenta con una prolongada secuencia cultural comprendida desde el período pre-cerámico (5,000 años de antigüedad).
Balneario y caleta de pescadores, con un mar tranquilo y poco profundo, está ubicado a 106 Km. al noroeste de Trujillo. Presenta un larguísimo muelle construido en el siglo XIX que fue utilizado como principal punto de embarque de tabaco. Pacasmayo luce en la actualidad una atractiva arquitectura y nos ofrece deliciosa comida, como el chinguirito a base de pescado. La playa que más destaca en la zona es el Malecón. En este balneario podemos visitar el faro, aún en actividad o practicar el surf o la tabla a vela impulsada por el viento. También es posible conocer el convento de Guadalupe, construcción de singular arquitectura decorada con pinturas coloniales, en la localidad del mismo nombre.
Tierradentro
Solo las montañas de Tierradentro, esos verdes cerros del Aguacate, Segovia y el Duende, solo los altos de San Andrés y su quebrada cantarina recuerdan como fueron los tiempos del ayer, en que acompañados de séquitos pomposos los restos mortales del señorío indígena, descansaron finalmente en paz. Una gruesa capa de “cinerita” ceniza volcánica compactada, sobre la que crece la hierba fresca de la montaña, surcada por los caminos del pastoreo y de las jornadas campesinas es la cubierta natural de un maravilloso mundo en que la muerte estableció su morada para siempre. Así fue como los ancestrales Paeces, presumiblemente, en honor a sus dioses y a sus muertos, elaboraron complejas tumbas que se repetían bajo la tierra, como las casas de los vivos, en las estructuras tejidas de sus techumbres, las cuales imitaron con pinturas romboidales y con profusión de los colores blanco, rojo y negro y en los muros y columnas, que se convierten en los hipogeos (así se llaman estas tumbas) en una delicada talla de la piedra, definiendo espacios y exaltando jerarquías. Visitar el territorio de los Paeces, es desde luego una oportunidad de entrar en contacto con el misterioso pasado de un pueblo que desapareció, probablemente por la acometida de otro mas fuerte, o que evolucionó guardando en su memoria el culto a la muerte, culto para el que vivieron y con el cual honraron a sus principales; por lo que conocer este hermoso paraje del Departamento del Cauca es también adentrarse en los insondables enigmas de sus gentes, que mil años atrás construyeron en la roca viva, las tumbas en las que a través de enterramientos secundarios-exhumados y vueltos a enterrar en urnas- habrían de dar reposo a sus muertos. Tierradentro es un lugar sagrado, un territorio que guarda en el subsuelo una necrópolis en la que se descubre la grandeza de un pueblo escultor, ya que la arquitectura funeraria que desarrollaron sus gentes incorpora elementos tan complejos como las bóvedas de sus techumbres, los quicios trapezoidales de entrada a sus cámaras y las escaleras caracoleantes de enormes y desiguales escalones que sirven de acceso desde la superficie. Pero sorprende aún más la profundidad de sus estructuras que llegan a ocho metros, la distribución lobular de sus intercolumnios y la custodia severa que trasmiten los rostros tallados en la parte alta de las columnas. Por si fuera poco hay que preguntarse como se hizo tan complejo trabajo?, con que herramientas?, cómo se trabajo el arte pictórico, cómo iluminaron las estancias para su laboreo?, y desde luego plantean interesantes incógnitas la inspiración en culebras y salamandras y en las dualidades que marcan los planos de lo celeste y lo terrestre, tal como lo muestra un hipogeo del cerro del Aguacate. Un recorrido desde el minúsculo poblado de casas dispersas sin orden alguno, que lleva por nombre San Andrés de Pisimbalá, regresando por la misma carretera de acceso principal, llevará al visitante a la base de los cerros, los cuales podrá explorar preferiblemente después de visitar los museos arqueológico y etnográfico de la localidad, los cuales serán sin duda una fuente de ilustración bastante interesante para entender los descubrimientos que ha de realizar durante su prolongada caminata, ya que son una aproximación tanto al pasado como al presente de sus lugareños y muestran la realidad y forma de vida actuales haciendo referencia a sus costumbres funerarias y rituales así como a su organización social y a las labores del día a día. La visita a las tumbas y el cuidadoso reconocimiento a su entraña, serán una experiencia incomparable y difícil de olvidar que se verá enriquecida por la inmensidad del paisaje, el colorido y fragante curso de sus caminos y el olor a tierra mojada, misma que abriga por siempre a sus hijos, a los hijos de la “Pacha Mama” . También en sus montañas hay testigos silentes del pasado de los pueblos que habitaron esta ” tierra de adentro” (según el decir de los conquistadores españoles) se trata de las esculturas de representaciones antropomorfas encontradas en el cerro del tablón, que guardan relación con muchas de la expresiones de los pueblos escultores del Macizo Colombiano. Todo este complejo de arquitectura, pintura y escultura esta constituido como un parque arqueológico a cargo del Instituto Colombiano de Antropología e Historia y tiene especial valor por haber sido declarado como patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco Para llegar allí la vía más confiable es la que lleva de Neiva a San Sebastián de La Plata y desde ésta población a lo largo del curso del río Páez hasta al Municipio de Inzá, que junto con el Municipio de Belalcazar (Páez) son las cabeceras municipales del territorio, que se defragmenta en numerosos cabildos indígenas regentados por las autoridades tradicionales y que son prueba de lo inercial del tiempo en nuestras ancestrales civilizaciones andinas. También allí se pueden visitar resguardos como los de Santa Rosa, Tumbichucue o Calderas, que cuentan entre sus atractivos hermosas capillas doctrineras, que además de sus gentes, su lengua y sus tradiciones, serán el complemento perfecto de esta aventura. Nada mejor que el cálido refugio que brindan en sus hogares los habitantes, colonos y y nativos, especialmente en San Andrés de Pisimbalá, para que el visitante se sienta acogido y dispuesto a recoger desde la memoria siempre viva de estas tierras, una parte de su propio pasado. El recorrido con dirección suroeste está marcado desde Bogotá por más de cuatrocientos cincuenta kilómetros de geografía andina a lo largo de los departamento de Cundinamarca, Tolima y Huila, para llegar finalmente al destino Tierradenrtro en el Departamento del Cauca. |
IngaPirca
Castillo de Ingapirca Ubicado en lo alto de una colina es una de las más importantes muestras de la arquitectura Inca. Esta construcción data de la época de Huayna Cápac. Comprende una elipse, aposentos, patios, bodegas y baños. Se cree que Ingapirca no fue solo una fortaleza, sino también un centro administrativo y religioso porque allí se realizaban las ceremonias para adorar al sol. Adoratorio Es el centro del complejo arqueológico y sus paredes tienen una elevación máxima de menos de cuatro metros, y su estructura es sumamente sólida y su forma es elíptica. Tanto la puerta como las hornacinas ubicadas en las paredes, tienen forma trapezoidal, y los bloques de piedras talladas están yuxtapuestas sin necesidad de ningún tipo de amalgama. Aposentos Ubicados a un lado del adoratorio, probablemente estaban acondicionados para los sacerdotes y sus ritos, porque uno de los muros posee una gran cantidad de hornacinas. Museo Arqueológico Junto a la zona arqueológica, el Museo exhibe una maqueta explicativa de Ingapirca y una importante muestra de diversos objetos hallados durantes las excavaciones que demuestran la presencia de las culturas Cañari e Inca. Se puede apreciar muestras de textilería, cerámicas y joyas. |